Eran veranos como el de 88 en los que Pedro Delgado dominaba la parrilla televisiva con sus solitarias escapadas y sus espectaculares subidas por las montañas francesas. Pero antes, ya desde principios de los 80, nuestra generación se había fidelizado al ciclismo gracias a nombres como el del malogrado Alberto Fernández, Marino Lejarreta, Vicente Belda, José Luís Laguia y tantos otros hasta el triunfo en ese año 88 de Perico Delgado en la ronda francesa con el equipo Reynolds. Y allí entre todos esos nombres, y en medio de la serpiente multicolor, estaba un burgalés: Isidro Juarez.
Y nosotros, que visionábamos a aquellos héroes de la carretera en un ciclismo que nada tenía que ver con el actual (si es que queda algo de lo que fue ese maravilloso deporte), señalábamos a la pantalla cuando entre tantos vislumbrábamos la estela de nuestro bravo paisano. Eran tiempos en que la Vuelta a España se celebraba en primavera, no existían los cascos aerodinámicos ni los materiales y aleaciones superligeras y, sin embargo, en aquellas gorras dadas la vuelta, en aquellas bicicletas rudimentarias donde primaban los nombres de Orbea, BH, Reynolds, Hueso Chocolates, Kas, Kelme, Caja Postal; se encontraba la esencia de un deporte auténtico, de un esfuerzo a veces suprahumano aunque muchos aseguren que ya por entonces se vulneraba con todo tipo de sustancias.
Isidro Juarez llegó a ganar una etapa de la vuelta a España precisamente en el año 1985. Su carácter afable y el esfuerzo como gregario para sus compañeros hizo que fuera un ciclista muy querido en el pelotón hasta su retirada en el año 1986 en que pasó a regentar una tienda en nuestra ciudad, como no podía ser de otra forma, dedicada a la venta de bicicletas. Así pues con el buen sabor que nos da la memoria de aquellas tardes pegados al televisor, agudizamos la vista para, entre tantos colores y nombres publicitarios, descubrir a Isidro y proclamar al viento de los 80: Ese... ¡ese de ahí...! es el de Burgos.
Junto "al Yague", mejor dicho..., junto a las 300 camas aparca todos los días reliquias como esta con ese ochentero sillín.
*Puedes conocer a otra gloria del ciclismo burgalés anterior a nuestra generación.
*Puedes descargarte el plano del carril bici actualizado; Burgos año 2010
4 comentarios:
Inolvidable 'el flequi'. Me ha venido a la memoria ese chiste de 'Qué le dice un esqueleto a otro', jejejeje.
Es verdad que cada vez que salía (y sale) un burgalés en la tele, dices "Ese es de Burgos" y cada vez que nombran Burgos se te alegra la cara.
En Madrid conocen Burgos porque es el nombre de la A-1, pero ya no les preguntes a cuántos kilometros está ni cuantos habitantes tiene.
"El flequi", qué bueno. De todos modos que pocos deportistas de élite hemos tenido en Burgos.
Qué grande el Flequi. Si no me equivoco ganó un campeonato de España pero fue descalificado por doping. Otro grandísimo corredor de una generación anterior fue Saturnino López, de Villarcayo, que corrió en el gran Kas de los años 60-70. Además es uno de los padres deportivos de su paisano el admirable Íñigo Cuesta.
Su gran triunfo:
http://hemeroteca.elmundodeportivo.es/preview/1985/05/10/pagina-27/1134421/pdf.html
Publicar un comentario