miércoles, 24 de febrero de 2010

¿Y TÚ...? ¿CUÁNDO DECIDISTE MARCHARTE...?

La decisión la venías mascullando desde hace tiempo... quizá fue una evolución normal con la edad al llegar a la treintena, tal vez el hecho de hacer otras cosas y en otro lugar con tu pareja, tu grupo iba poco a poco bajando de número y ya te aburrías, o porque simplemente te apetecía cambiar...



Enfilaste decidido la cuesta de los Castaños...



Una última mirada a todo... Fueron tantas noches desde hace tantos años..., tantas risas..., tantas juergas...



Pero el suelo mojado a tu paso firme y decidido, le devolvía la imagen de muchos locales que ya se fueron como ahora lo hacías tú...



Y doblaste la esquina para siempre...



Dejando imperecederas las sombras de tu presencia ochentera... De todos los que una vez estuvieron... De todos los que se fueron...


¿Y tú? ¿Cuándo decidiste cambiar?, ¿Cuándo creíste que tu tiempo tal vez había pasado?, ¿Fue una evolución normal o una decisión drástica?, ¿Hechas de menos salir?, ¿Como blogochenta no has dejado de hacerlo aunque diversificando por otras zonas?, ¿Simplemente sigues saliendo como siempre?, ¿Son tus noches diferentes a como eran?, ¿Quizá ya no encuentras muchos locales en los que estés a gusto?


¡Anda...! reflexiona y cuéntanoslo a todos...

17 comentarios:

David dijo...

En mi caso como vivo fuera de Burgos es difícil poner una fecha. Creo que no me marché, simplemente deje de ir. Cuando la gente tiene casa propia se vuelve más hogareña y si quedas a cenar en casa de algún amigo luego te da más pereza ir al centro, te tomas una copa en casa o vas a un bar cercano y tranquilo.

¡¡Qué lejos queda cuando salíamos Viernes y Sábado, e incluso algunos Jueves !!

Marcos City dijo...

Fue una evolución normal. LLega el momento con la novieta en que haces otras cosillas y ya te encuentras un poco desubicado saliendo todos los sábados. Es una buena reflexión. Como bien dice David yo salía viernes, sábados y a veces domingos por las llanas, hoy cuando esporádicamente lo hago sólo encuentro tres o cuatro sitios donde poder ir sin estar rodeado de chavalería.

Atapuerques dijo...

Pues sería estupendo poder "decidir" marcharse o quedarse, pero cuando los que tienen que hacerlo no nos aportan las condiciones laborales precisas para poder quedarte, no te queda otra que coger el petate y emigrar (creo que se dice así). Entonces valoras lo que dejaste atrás, que en el caso de Burgos es mucho. Ahora, todo lo que "decide marcharse", lo hace a esa capital chupona del pucela, pero vendrán tiempos peores.

Anónimo dijo...

Emocionaita estoy...

Álvaro Laura dijo...

Yo, aunque soy más bien de los 90 (pero pisé por primera vez el Contrapunto y la Pécora en el 89, ya que aparentaba más de 12 años...), y aunque ahora viva en Berlín, y aunque me marchase de Burgos a los 19, busco cualquier excusa para volver y no hay un día que no vaya o al Cómics, o al Bourbon, o al RamJam, o al Sector 22...

No me siento fuera de lugar para nada. Y es que sólo hay dos formas de escuchar música: en vinilo o en un bar.

Noventera dijo...

Quiero pensar que nunca me fui.

A pesar de mis "taitantos" no renuncio nunca a salir porque sería como pasar una página de mi pasado que áun no quiero perder. Olvidar tantos escenarios; las LLanas con otros nombres, las primeras tardes en Armstrong, más tarde la calle Paraíso, llena de estudiantes, mi querida Zaragozana, donde aprendí a hacer cócteles, o aquellas noches contando estrellas fugaces en el chiringuito de una playa adriática...cada noche que salgo por los oscuros bares de Malasaña, es como un pequeño homenaje a esas otras veladas de compañías, amigos y amores que quedaron atrás.

balint dijo...

Cuando tienes niños, la verdad que se te olvida ya el salir de marcha, sobretodo porque al día siguiente tocan diana a las 8 de la mañana, así que ahora cuando voy a Burgos me centro en el tapeo.

Anónimo dijo...

Maravilloso

Pilar dijo...

Hay, esta entrada me ha sacado las lagrimillas de su sitio.
Yo casi me vi forzada a marcharme, me encontre en la tesitura de o quedarme casi sola en la ciudad con un trabajo bastante precario, o marcharme.Al final decidi lo seguno y no me arrepiento, mi vida aqui me ha aportado mucho pero echo de menos tantas cosas.
El pasado fin de semana a mis treintaidiez, sali por Las Llanas, estuve en el Clos, La Pécora, El oliver y no me dió tiempo a mas.Tengo niño, tengo edad pero aun me apetece salir cuando vuelvo por los bares de mi juventud.Aun quedan sitios autenticos y con gente de edad

jh dijo...

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ayla dijo...

Uno no se quiere ir nunca, yo llegué en los 90, que en los 80 aún andaba con las rodillas llenas de mercromina, pero lo alargué todo lo que pude. Me sigue gustando salir pero ya no es lo mismo, cada día era mágico y de cualquier bobada hacias una aventura, yo salía Jueves, Viernes, Sábados y Domingos, je je.
Ahora cuando voy por las llanas y veo nombres nuevos en los bares me entra una pena. Eso era felicidad!

Marta dijo...

Ups, me apetece llorar.¡¡¡ Me has llegado tio.

vuelo605 dijo...

Vaya entradita, es para que seamos conscientes de lo mayores que somos.
Os cuento:
Durante los 80 salía los sábados por la noche, los domingos por la tarde y a alguna fiesta de la Universidad.
En los 90 salía los jueves por Valladolid, los viernes y sábados por la noche y algún domingo por la tarde en Burgos.
En la década de los 2000 la mayoría de la cuadrilla tuvimos hijos y eso marcó un punto de inflexión. Al igual que balint ahora te centras en el tapeo.
Saludos

Jorge dijo...

Quizas el punto de inflexion fue el cierre del "Pilar", referencia inevitable de los que muchas veces saliamos "un rato" los jueves a tomar una tranquila donde Alberto para despejarnos de estudiar, donde siempre encontrabaos a alguno de los del grupo con la misma idea y acababamos a las tantas, eran las mejores salidas. Ya de paso continuabamos viernes y sabados.

Luego me fui de la ciudad y ahora que he vuelto no es lo mismo, ni siquiera es igual. Cambian los nombres, las caras, la musica... pero siempre , en ese local estaran muchos de los mejores ratos que hemos pasado con nuestros amigos.

goyo dijo...

pues no me costo dejar mis buenos años de rock&roll y buenas juergas en el torrintong y demas lugares de culto, fue a principios de los noventa, lo tipico novia y vida sedentaria con algun retorno esporadico.
lo dificil fue volver despues de 15 años y sentirme como un pulpo en un garaje, pero hay quedaban algunos buenos sitios de los nuestros, y que lo poco que quede tarde mucho en desaparecer....
un saludo a la burgati..

labea dijo...

Sin duda, el cierre de la Taquería Sonora fue un momento bisagra.

Anónimo dijo...

Ya no vivo en la ciudad, ni siquiera en el país, asi que las visitas son más familiares. Si alguna noche me dejo liar, en la visita no me puede faltar el Fun club, mi favorito.