Compitió en altura, que no por supuesto en belleza gótica, ni siquiera en belleza sin apellido, con las agujas de la catedral. Era visible desde cualquier punto de la ciudad, por mucho que quisiéramos posar la vista en cualquier otro sitio. Pero, sin embargo, algo de magnetismo tenía aquel alargado tubo de hormigón, de tal forma que ha pasado para siempre a estar en nuestra memoria visual, hasta incluso, consiguiendo que hubiera un (muy ligero eso sí) debate sobre la decisión de tirarla y convertirla en escombros, o dejarla inhiesta como ella era y construir su interior como monumento a un pasado industrial.
La chimenea de la Cellophane, popular y fonéticamente conocida como "la Celofán", nació en 1972 y sus 180 metros de altura se debían a que fue construida para suplir los problemas que la original de 1940 (segunda imagen superior) ocasionaba contaminando con sus gases tóxicos casi a ras de suelo a ciudad y ciudadanía. Obviamente con la nueva chimenea la contaminación seguía siendo la misma, sólo que de esta forma era trasladada a alturas que minimizaban el impacto y hacían más fácil su expansión.
Cuando finalmente fue derruida en el año 2002, nuestra mirada de ochenteros impenitentes perdió un hito industrial en el horizonte, pero ganó una ciudad más armonizada con el cielo. Hoy como testigos de aquello sólo quedan los chopos que pueden verse en la primera imagen, esta vez incluidos en urbanizaciones de lujo que se construyeron tras la desaparición de la fábrica. Y son precisamente éstos, los burgaleses chopos del barrio de huelgas, los que de vez en cuando cuentan a sus hermanos menores que hubo un tiempo en que no eran los más grandes, que hubo una época en la que el porte majestuoso lo ostentaba ella haciendo pequeño a todo el que tuviera alrededor..., y ella era...: -LA CHIMENEA DE CELOFÁN-
*Muy recomendable hoy viernes en el Close To Me a las 23 horas, la actuación de Deonliguan. Rock duro con sabor ochentero, el de este grupo navarro que te hará vibrar con sus potentes guitarras rasgadas. ¡No te lo pierdas!
5 comentarios:
La foto panorámica es mia.
No era como los rascacielos de Manhatan, pero la teníamos cariño, a mi me dió mucha pena, como mirador se habría sacado su partido.
Un elemento de lo que fue el skyline de Burgos. Yo era partidario de convertir la chimenea en un mirador panorámico ya que pienso que ha sido una seña de identidad de la ciudad que se tenía que haber conservado.
Saludos
Mi abuelo estuvo construyendo esa chimenea y me contó como la montaron, de abajo a arriba, todo un reto para la época.
Gracias BlogOchenta ! Todo salió muy bien
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