domingo, 28 de febrero de 2010

EL CAFETO MADRID: POESIA, ESCRITURA Y TROVADORES URBANOS... EN LA CALLE EMBAJADORES.



El Cafeto Madrid era un pequeño café que se ubicaba en la calle Embajadores. La disposición longitudinal y estrecha de esta calle del casco antiguo, y la presencia solitaria del café en la misma, le daban al local un ambiente íntimo y especial, siendo uno de los más visitados y recordados por la bohemia y la cultura de Burgos.

El Café hacía suya una vocación desde su nacimiento, y como ocurre en otras ciudades, de café literario. Sobre sus barra y en sus mesas, no era extraño sino habitual encontrar todo tipo de publicaciones locales y de fuera que tenían en las letras, y especialmente en la poesía, su principal contenido y dedicación. Así, y dado que entre sus clientes se encontraron siempre los incipientes y consagrados escritores y poetas de la ciudad, a nadie sorprendía que a altas horas de la madrugada se produjesen de forma espontánea lecturas públicas y recitales emanados desde la voz culta y templada de la más activa y alternativa bohemia creativa burgalesa.

Ya en los comienzos del siglo XXI el Cafeto Madrid fue devorado por un incendio. Entre las llamas quedaron todos aquellos facsímiles, todas aquellas composiciones y fanzines que por su naturaleza en formato tinta y papel como sólo hacen los buenos escritores, fueron los primeros en sucumbir al fuego virulento.

Hoy la medieval Calle de Embajadores está cortada debido al peligro de derrumbe de los que fue el Cafeto Madrid, pero, junto al cartel de la propia calle, impertérrita a la decadencia del conjunto, queda en pie y abierta una de las ventanas de la vieja instalación. Los vecinos cuentan que algunas madrugadas, cuando las sombras de la cercana catedral acechan cada rincón como puntiagudas crestas, salen por ella lo más bellos versos y estrofas jamás contados, las mejores composiciones y las mejores voces narradoras de todos los trovadores urbanos que por allí pasaron... de tanto como una vez allí contaron y escribieron...


1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY BUENOS MOMENTOS EN EL CAFETO. ¿TE ACUERDAS, SUSANA?