martes, 17 de junio de 2008

... Y COMO HAS SIDO BUENO Y LO HAS APROBADO TODO: LA MÁQUINA DE ESCRIBIR



... Es verdad lo que comentasteis ayer
... La máquina de escribir siempre estuvo ahí en los 80.

... porque era un regalo habitual cuando habías aprobado todo, por navidad, o cumpleaños.
... porque tu padre no quería que fueras a la fábrica como él...: ¡por lo menos tenías que ser OFICINISTA!

... porque así le hacías los papeles de la comunidad, y él, orgulloso de su compra, colocaba la convocatoria de cambio de presidente en los cristales del rellano; como el que pega su cara en un cartel electoral.

... porque su sonido ha cautivado a escritores que no renuncian a ella
... porque OLIMPIA u OLIVETTI eran en los 80 lo que HP o LEXMARK en nuestros días.

Y porque son reliquias de un pasado... NO TAN LEJANO.

8 comentarios:

Pilar_Cordoba dijo...

¡Claro que no es tan lejano! Si yo en la oficina aún tengo varios clientes que tengo que rellenarles las letras de cambio con la máquina de escribir....
Increible pero cierto, en la era del factoring y el confirming, aún queda gente tan atrasada que pagan con letra de cambio.
Un besote, muackssss.

Anónimo dijo...

Diosss, yo tuve una olivetti, y no veas como fardaba cuando tenía que presentar un trabajo en calse. Y el sumum, la tinta roja, todo un avance.

Anónimo dijo...

Y lo que fardaban los que tenían máquina de escribir electrónica, que podían borrar letras. Mientras, los que teníamos la olivetti de toda la vida, teníamos que usar las gomas de lapiz duras, con cuidado de no romper el folio (todavía no había A4, y por supuesto tampoco tippex).

Anónimo dijo...

Maravillosas máquinas

Anónimo dijo...

Recuerdo la vieja máquina de mi padre, yo nunca llegué a comprar un más moderna, pero por los ochenta apareció el primer ordenador personal comercial que se llamaba Zx-Spectrum, con un sistema operativo Msdos, que se programaba en basic y almacenaba la información en cintas de casete normales; éste sí que me lo compré y todavía lo conservo.

Anónimo dijo...

En mi casa teníamos una Olivetti de esas que dice Gamonalero, con tinta roja. Después vino una eléctrica, que duró poco, porque enseguida comparmos el primer ordenador, con un cabezón enorme que te ocupaba toda la mesa.
Es verdad que no ha pasado tanto tiempo, pero a mi me parece el Pleistoceno la época en la que se podía utilizar internet y llamar por teléfono al mismo tiempo, por no hablar del modem, que para conectarse hacía unos ruidos extrañísimos -jhhjhiuojgyjt...pippppiiii-.
Saludos, hoy más que nunca, informáticos!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En mi última mudanza decidí tirar mi vieja máquina de escribir. Llevaba años sin usarla, pero todavía me arrepiento.

Anónimo dijo...

...El jovencito emponzoñado de whisky, qué figurotas exhibe...

...El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi...

El aprendizaje de mecanografía es un proceso realmente penoso. Yo lo recuerdo con gran horror.

Con todo, certifico que todas las "aes" de este comentario, las he pulsado con el meñique de la mano izquierda.