jueves, 12 de junio de 2008
POR PETICIÓN POPULAR...: VICIOS DE UNA BURGALESA
Es evidente por los comentarios de ayer y el error visual..., que esto podía ocurrir.
VICIOS DE UNA BURGALESA:
Holaaaaaaa, ¿qué tal? Habéis dicho siempre de nosotras: –que somos unas estrechaaaaaas-, o aquello de – Ancha es Castilla y estrechas las…- ¡Pues no es verdad! Nooooooo. Las burgalesas tenemos nuestros vicios y gustos, como la más ardiente de las mulatonas de vuestros calenturientos sueños, lo que pasa es queeeee… ¡Vaaaa! No merece la pena entrar en detalles. Os voy a contar simplemente algunas de mis experiencias como burgalesa ochentera para que veáis que algo de culpa de ese estereotipo lo tenéis vosotros… queridos, y siempre a resguardo de funestas críticas, burgalesitos varones.
Mi primer novio me lo eché en plenos años 80. Yo era una niña romántica que gustaba de escuchar la Chica de Ayer y Cuatro Rosas de Gabinete, creía en el amor eterno y en que mi novio me dijera cosas bonitas. Pues bien, el interfecto era un individuo amante de las artes marciales que me hacía pasar todas las tardes en la sesión continua del Condal o del Ducal, allí, entre olor a cigarritos de la risa, y una lluvia de bolsas de palomitas que a veces tomaba tintes de tormenta tropical. De vez en cuando algunos (no mi chico) movían su mano en una acto frenético que no sé lo que significaba (pero no habíamos venido a ver una de Bruce-lee deciaaaaa yooooo para miiii). Aquel novio se quedó por el camino puesto que, a la mala “circulación” que le producían sus pantalones de pitillo “jesus”, se unió que se dio un golpe en sus partes (ay) con los Chacoooossss, o los Muchacoooos, o no sé que pijada que había visto en el cine, y que todos sus amigos, como él, se habían hecho con palos de escoba y una cadena.
Más tarde en mi despertar sexual mi chico era un "cultureta" que me llevaba al Cafeto Madrid; .que siiiiiiii, que siiiiiiiiii, que el Cafeto Madrid estaba muy biennnn, pero que cuando llevas dos horas con una caña y un tío delante recitándote a Gloria Fuertes ya puede resultar cansino (Zzzzz)–El gato tomatoooooo, se llamaba la última poesía que le escuché-. Allí se quedó con sus versos y sus cafés y, lo único ardiente de esa relación... fue el propio local. Por eso decidí cambiar y mi nueva adquisición era un tipo que provenía del centro. Mucho Lacosteeeeeee, mucho plumas Schuuuusssss, mucho voy a esquiar a Baqueíraaaaaa y ahora a tomar un Seven-Up a Pentáaagono (ossssea noooo), pero cuando llegó el momento de la consumación en su Golf, por supuestooooooo, el tío a -4 grados centígrados típicos de Burgos, parecía que tuviera más un tratado de nanotecnología entre las piernas, que un falo burgalés como el que dicen que del CID está incorrupto en la catedral.
Por último ya a finales de los 90 y en pleno proceso de perdida de ilusión por el amor y ya casi por el sexo. Conocí a un tío muy confiado, algo prepotente también. Aseguraba que había estado con más de un centenar de mujeres, pero yo ya me mosqueé cuando en “La Orensana” me compró una “ropita” más parecida a las enaguas de la gigantilla, que a la que se ponía “La Basinger” en nueve semanas y media. Una noche, después de las copas en las Bernardas me llevó a la rotonda del amor, allí, por “El Quintaaaaa”. Era tan experto en el amor, en la carretera, y había estado en ese lugar tantas veces; que acabamos con su Renault 11 sumergidos en el la Playa de Fuente El Prior rodeados de patosssss (Glub glub). Y los menos patos eran los que hacían -Cua Cua- sobre mi empapada cabeza. Desde entonces llevo siempre paraguas "porsiaca".
En finnnn que como podéis verrrrrrr, no toda la culpa la tenemos nosotras. Ahora bien, tengo que decir que después de todas estas experiencias, yo, al igual que el resto de las burgalesas, tenemos todas un vicio confesable: Deslizar nuestra mano por la bragueta y abrirla antes de entrar en lo más íntimoooooooo…: Siempre y cuando sean pantalones de Zara, Mango, o Sfera, estemos en la calle Laín Calvo o Vitoria con tu tarjeta, y la que entre en el probador sea yooooooooooooo. ¡A comprarrrrrrrrrrrrr!
* A todas las ochenteras y NOVENTERAS burgalesas, las más guapas del mundo.
* Al macho Burgalés, el macho por excelencia en todo el orbe conocido. (Esto sólo es humor para recibir el esperado Viernes).
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10 comentarios:
Chapó y touché, viciosa
Excelente.
Lastima que no pillaste el vestir en Parlotti,beber martinis en el Cojuelo y en la Pecora ,bailar con Samuel "Sammi" en la "Oka" y consumar en los chamizos y "güardillas".............
No eran viciosas era el dia a dia o el noche a noche.
O todos viciosos de lo bueno uf.
Ja, ja...Genial el texto!
Lo propongo para el I Concurso de Monólogos Blogochenta (molaría, que no?)
Sublime
No me atrevo a comentar este texto sin la presencia de mi abogado y un asesor de corrección política.
Muy buen texto.
Me ha hecho mucha gracia lo de la rotonda del amor.
Hola gente, soy un joven de gamonal que alguna vez (pocas veces, jejejeje) ha comentado alguna entrada, solo queria saber si el que lleve este tinglado me podria hacer un enlace a mi blog de humor, de musica y algo de Burgos, yo ya he dejao un enlace en mi blog a este esplendido blog que dara mucho que hablar
http://latabernadesavio.blogspot.com/
http://latabernadesavio.blogspot.com/
Muchas gracias y continuad asi
Estrechas? pos como ya dije en cierta ocasion yo conoci (biblicamente) al menos a 16 antes de casarme. Y era de los que no me comia un rosco...
Muy bueno el relato, según iba leyendo ponía cara de algún conocido a cada uno de tus 'novios', ¿no sería un R-11 rojo? jejejejeje.
El 'aprendizaje' realizado con las chicas de Burgos hacía que cuando fueras a otras ciudades todo pareciera más fácil.
O.O
(no salgo de mi asombro)
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