viernes, 4 de marzo de 2011

AQUELLA FRÍA TARDE DE PASAMONTAÑAS Y ABRIGO, CAMINO DE LA MODERNIDAD...

¡Maldita sea qué frío hacía aquella tarde!.

Bajo el ayuntamiento tocado con tu pasamontañas, con aquel abrigo blanco de Textiles Marín y con ganas de llegar de una vez al colegio.

Por la mañana a tu madre le había costado dios y ayuda colocarte el jersey de grecas azules y los zapatos. Tú tenías aquella desazón que te producían siempre los días con una excursión programada por la ciudad.

¡Maldita sea el suelo está congelado!

Y mientras dabas pasos..., sólo pensabas en que querías ser mayor (¡ay pobre!), en que querías abrirte nuevos horizontes como esos adultos a los que admirabas desde tu mirada de niño.

¡Qué querías quitarte el pasamontañas y vestirte de moderno... !

¡Qué querías que llegaran los 80...!

2 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Es curioso cómo el frío de la niñez regresa cuando nos hacemos mayores.

Teresa dijo...

suerte tuviste si saliste de excursión por la ciudad, en mi cole lo más lejos que íbamos era a rezar a la capilla, todas de azul marino...
:D :D

(bueno, alguna excursioncilla si hicimos a ciudades de importante tejido industrial, que se decía entonces)