El Tívoli posiblemente fuera, de los dos de la calle Cordón, el que menos lustre tenía. Quizá precisamente por éso; porque el hecho de que el otro llevase el nombre de la calle donde los dos hermanos estaban ubicados ya le daba más importancia.
Pero es que además el Cordón en un exceso estético tenía alrededor de la pantalla la reproducción en escayola del objeto que le daba nombre; también tenía los mejores estrenos, las mejores novedades. Podría ser prácticamente imperceptible, pero es cierto que el Tívoli parecía el hermano menor.
Sin embargo, visto ahora con la perspectiva que da la nostalgia, tanto uno como otro fueron dos cines fundamentales en Burgos. El Tívoli también tuvo sus formidables títulos y sus puertas al igual que las de su hermano, cerraron agotadas por el tiempo y el olvido comercial ya avanzados los 90. Hoy que en las salas minicine triunfa en 3D un policía un tanto peculiar, pero yo, tras cruzar las puertas del Tívoli, y después de ver las fotos en cartón que anuncian la película en la entrada, enfilo hacia mi asiento rojo dispuesto a ver una también peculiar academia de Policía... ¡Cosas de los formidables 80!.
lunes, 21 de marzo de 2011
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2 comentarios:
Antes de que fuera Tívoli, fué ASTORIA. Que eso si diferenciaba. Pero luego con las reformas del local,no tenia nada que envidiar al CORDÓN.
Te estoy hablando de cuando asistimos a la sesión de El GRADUADO,y que la ví en sesión matinal de cine club, presentada por un cura que cantaba vísperas en la Catedral
AHÍ VI, ENTRE OTRAS GRANUJAS A TODO RITMO. ES UNA MISION DE DIOS.
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