miércoles, 4 de febrero de 2009

EL LUCERNARIO: UNA REVISTA LITERARIA CUANDO NO EXISTÍAN LOS BLOG



Ahora existen sitios literarios tan fantásticos como este, pero en 1989, y debido a la ausencia de cauces culturales de expresión escrita un grupo de personas entre las que se encuentran Tino Barriuso y el añorado Virgilio Mazuela crean, tomando como nombre el de la bóveda del café Mármedi donde se reunen como tertulianos, la revista literaria EL LUCERNARIO.

La revista, hasta el año 1993 en que desaparece, es un éxito en cuanto a participación de gentes ávidas de escribir, de expresar sentimientos, y de contar buenas historias. Por sus páginas sufragadas por los propietarios del café Mármedi, pasaron jóvenes que intentaban hacerse un hueco en la literatura local y algunos otros relativamente consagrados en nuestra ciudad.

Uno de los que por aquel entonces comenzaba era nuestro escritor de cabecera Óscar Esquivias el cual, fundador también de otras publicaciones como Calamar o El Mono de Tinta, enviaba a El Lucernario sus primeras colaboraciones. La revista desapareció en 1993 de la imprenta y de la barra de los cafés, pero, en su corto periplo, aportó memorables momentos de escritura, de poesía y de creación en una ciudad por aquel entonces áspera y fría en lo cultural. Poco después Óscar Esquivias ganaba el concurso Ateneo Joven Ciudad de Sevilla con su inmejorable novela El Suelo Bendito; el mismo que todos pisamos..., el mismo que ve abrir y cerrar publicaciones..., el que soporta nuestros pasos de adultos que fueron jóvenes... en una preciosa ciudad...


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo aún guardo ejemplares de Calamar, revista literaria que dirigía Oscar. Siempre soñé con mandar uno de mis cuentos, esos que nunca ha leido nadie. Ojalá alguien tome el testigo pronto de estas publicaciones, se las echa de menos en Burgos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Cuántos amigos en esos proyectos. Alguno de ellos, alumnos míos. Todos lucharon con la incomprensión, las dificultades económicas: pero el tesón dio excelentes frutos.

Anónimo dijo...

Tino Barriuso, mi profe de física en el López de Mendoza.Buen profesor y mejor persona aunque yo era de letras...Siempre iba a clase con libros de lectura bajo el brazo

Teresa dijo...

óle que sí

Anónimo dijo...

Muy buena entrada, necesaria para reconocer a un colectivo culturalmente muy importante, el que se aglutinó alrededor de la revista Lucernario y que fructificó en esta publicación. Las tertulias literarias y la revista se dieron gracias, sobre todo, al empeño desprendido y constante de Salvador Tovar "Taja", y de allí salieron nombres que hoy figuran en portadas de libros.