martes, 23 de junio de 2009

EN PLENO BURGOS SINDROME ÁRTICO ¿PODRÉMOS TIRARNOS ESTE AÑO DESDE EL TRAMPOLÍN DE EL PLANTIO?




Es pisar este Suelo Bendito llamado BURGOS después de una semana fuera y recibir decenas de comentarios en el mismo sentido: -Que si qué frío ha hecho esta semana-, -Que si un día bueno y otro malo..,.- en fin, la misma tónica ártica de siempre que además suele ser absolutamente previsible; Llega San Pedro llegan las noches de norte y frío dice la tradición climatológica.

Ahora en pleno 2009 existen numerosas instalaciones públicas y privadas con piscinas de verano con la que paliar los rigores del estío, los contados días de plenitud solariega. Sin embargo en los 80, eran sólo las instalaciones de las piscinas municipales de El Plantio y las de "La Deportiva" a título privado y societario, las que cumplían esos fines de bañador y toalla.

Y era precisamente en la instalación municipal en la que existía un trampolín de cuatro pisos que durante los 80 y parte de los 90 trajo constantemente a mal traer a los operarios de instalaciones deportivas de nuestra ciudad. El trampolín se ubicaba como podéis ver en la fotografía de 1971 en la piscina Olímpica, y era un rito entre los mejores nadadores, entre los que más adrenalina querían sentir en su cuerpo, entre los más macarras de la ciudad y entre los que simplemente querían impresionar a su novia; Tirarse desde el último piso del trampolín.

Era curiosísimo para los adolescentes que allí acudíamos el ritual de estar debajo y ver a alguien que, contraviniendo la prohibición, las cadenas y los pinchos que impedían el acceso a la plataforma, y venciendo su propio miedo, se tiraba como un flecha desde el último piso al fondo de "la Olímpica". Operarios de instalaciones esperándolos en el agua para echarlos de la piscina y, a veces, graciosísimas carreras por el césped era como concluían estas especiales aventuras de nuestro particular al filo de lo imposible ochentero y burgalés.

El Trampolín se derribó con la reforma de la instalación hace unos años, pero, en el recuerdo, quedan tardes gloriosas de expectación furtiva, de chicas que tímidamente comenzaban a hacer topless y de otros que miraban extrañados ante tanto destape. Y aunque a los más jóvenes les parezca extraño esta turbación... sólo hace unas decenas de años de todo aquello.

Y si alguno además de bañarse quiere buscar latitudes más calurosas, frente a Alcampo han puesto a la venta la mítica, setentera, y muy hippie Wolsvagen Transporter o Kombi. ¡SÓLO PARA NOSTÁLGICOS! Abstenerse cualquier tribu que vaya a tunearla y pintarla de amarillo.






8 comentarios:

David dijo...

Espero que hayas descansado estos días, que ahora llegan los Sampedros.

Qué tiempos aquellos en los que te ponías a unos metros de la puerta de la piscina preguntando a la gente si te podían comprar las entradas de infantil porque no permitían entrar a los menores solos.
Cuando rondabamos la piscina olímpica para ver a los "mayores" estabamos al acecho por si pasaba algún empleado de la piscina y nos quedabamos tumbados en el suelo, pensando que si no nos veía de pie no podía confirmar que eramos menores.
Recuerdo que el agua de la piscina juvenil era la más fria con diferencia.

de este a oeste dijo...

he ido a buscar el espejo para ponerlo delante de la pantalla, y las imágenes están al revés.
Por tanto, el objetivo de la cámara mira al este,hacia el puente del tren sobre el rio, por lo que dificilmente puede verse la plaza de toros que está al oeste.

Noventero dijo...

¿Era cierto que ese trampolín se había cobrado la vida de varias personas que habían muerto destripadas en el agua tras tirarse de los últimos niveles?

Yo sólo pude tirarme desde la primera y segunda plataforma.

Creo que el año 1999 fue el último de aquel maravilloso trampolín, remodelaron las piscinas y perdieron todo su encanto, las fuentes, los caminos de piedras, había mucha más vegetación.

Yo soy noventero.
Tu blog es lo mejor colega, ¿has escrito algo para el Diario de Burgos? Prepara algo y mándalo, que la nostalgia es un sentimiento muy bonito.

Noventera dijo...

Has vuelto!!!
Te hemos extrañado mucho!!!!

Ay, la piscina Municipal...a mi me trae recuerdos de retos personales (primero el obstáculo del tobogán, años más tarde, el trampolín), mucho calor y mucha hambre (por el esfuerzo gastado, supongo).
Y gracias a David me acabo de acordar de los paripés que montábamos para entrar acompañados de un adulto...Por otro lado, siempre había algún listillo que intentaba colarse saltando la verja...

hummm, veo que alguien ha copiado mi nick...será un aseñal del destino para que esto se alarge hasta los 90??

balint dijo...

Qué recuerdos aquello de ponerse a la puerta de las piscinas y decir a algún adulto que si te podía pasar con él.

Luego aquello de darse un garbeo por la Juvenil y la Olímpica era como lo de colarse en Amstrong sin la edad. Había que estar atento que no te viera ningún empleado.

Y me acuerdo que de más pequeño iba con mi madre al río Vena a la altura de la Politécnica (donde la locomotora), que había una pequeña presilla. Supongo que estaría entonces el río un poco más limpio que ahora.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Bueno, bueno, que lo del frío en Burgos es un poco leyenda...

Teresa dijo...

Pues yo no veía con tus mismos ojos expectantes las escenas de tímido destape.

Y talmente de acuerdo macarrillas al trampolín... chof, chof, (cuando rebotaban)

¿Qué tal se está fuera de aquí?

blogochentaburgos dijo...

BIPOLAR: Biennnnnnn, pero se echa de menoa a La Burgati. Qué le vamos a hacer¡¡¡¡ uno que tiene esas patologíassssss.