jueves, 11 de marzo de 2010
EN HONOR Y TRIBUTO... A UNA VIEJA PEONZA.
Ahí está ella...
Tan vieja...
Tan Simple...
En su perfecto gravitar ha visto pasar toda una generación de ochenteros de patio de colegio y acera de barrio.
En su modestia ha visto como muchos utilizaban rotuladores Carioca para ponerla guapa...; Para que ella fuera la más coqueta en cuanto sonara el anhelado timbre del recreo.
Las había más grandes y más pequeñas..., se lanzaban de varias formas..., Los más virtuosos pasaban su punta un segundo por su propio aliento, como calentando el fino hierro antes de su contacto con el suelo. Otros se recreaban bailándola sobre la mano después de cogerla entre sus dedos separados...
Cuentan incluso que en su faceta más agresiva, muchas sucumbieron partidas por la mitad cuando otras caían violentas sobre ellas dentro del circulo del que las querían echar.
Era habitual que en los inicios del aprendizaje, la cuerda que anudaba soliera acabar en un trozo de plástico que facilitara su lanzamiento sin deslizarse de entre los propios dedos.
Ahí esta ella...
Tan simple...
Tan callejera...
Tan alejada de los modernos y sedentarios mandos de "la wii", "la play", "la game"...
Tan perfecta en su ancestral diseño y a la vez tan sencilla...
Tan nuestra...
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8 comentarios:
La gallinita ciega en el libro de Juegos Populares, jejeje.
Siempre había que llevar más de una peonza, con la que jugabas y la que ponías en el círculo cuando fallabas. Había veces que no te dejaban poner una peonza en el centro si le faltaba la punta y ponías un tornillo para disimular. Aún recuerdo el 'bufido' de los trompones al girar.
Cuando en vez de tener peonza, tenías un trompón ya te podías considerar mayor. Y qué categoría daba el presumir haber partido alguna peonza. Una pena que se pierda este juego.
Mi madre aún me recuerda que le fastidié el parquet aprendiendo a girarla....
peonzas y canicas: infancia
NUNCA TUBE HABILIDAD PARA MANEJARLA.
Hoy seguro que no pasa los controles, la punta de metal será peligrosa, la madera contaminante por si la chupan..., vamos una lástima, otro juego perdido en el olvido.
Nooooo, mi hijo de 9 años y sus amigos juegan con ella y se siguen vendiendo en jugueterias y quioscos
Siempre a comienzo de curso.
Después de aquellos veranos...
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