Hijos y criaturas de las noches de los 80-90 en Burgos. Fijos de viernes, sábado y hasta domingo de las tierras sagradas de Fernán González, Llanas y Flora. Si como podéis ver en la primera imagen el suplemento de Diario de Burgos -Todomundo- describía un 27 de Febrero de 1987 un casco viejo burgalés con sus zonas bien definidas y como un lugar para el divertimento juvenil, de ebullición musical, de locales transgresores con ambientes para todos los gustos..., algo debe haber cambiado (o no) y mucho cuando la revista nacional Interviú dedica en su número de esta semana cuatro páginas a la marcha de nuestra ciudad con el título -¡nada más y nada menos!- que de: -LA NOCHE DE BURGOS DA MIEDO-.
De acuerdo que Interviú cada vez está en una tendencia editorial más sensacionalista y sexo-comercial, pero cierto es también, que obtener un titular como éste de un medio importante a nivel nacional, a nosotros que hemos vivido en cada metro cuadrado de todas esas zonas con la seguridad de que sólo íbamos a divertirnos y a vivir, a beber y a amar, a reír y a bailar, nos duele que se dé esa imagen de nuestra noche a no ser que...; a no ser que sea verdad.
Y aunque ya hemos hablado de esto antes y hemos analizado si en nuestra época había más o menos violencia que ahora, si había más o menos conceptos incluso para pegarse cuatro tortas de nada, en comparación con la abundancia actual de todo tipo de instrumentos de agresión en cada bolso y en cada vaquero, o en la facilidad para dar una patada en cualquier parte del cuerpo; es hora de que volvamos a raíz del artículo a reflexionar recordando.
El reportaje de Interviú, que no escatima imágenes a toda página, y que no llega tampoco a ninguna conclusión objetiva todo ello después de hablar con camareros, familiares, políticos y agentes de seguridad, creo que es lo suficientemente importante para que hoy hagamos una reflexión sobre como están ahora mismo nuestras tierras sagradas... Nosotros que fuimos dueños de sus noches interminables... de una manera de vivir y sentir... de degustar cada momento de los 80-90 pegados a los adoquines de las Llanas, Flora, Fernán González o Bernardas... ¡adoquines limpios! ¡No manchados de sangre...! ¿O sí...?
Este es el texto publicado por Interviú en su último número.
La noche de Burgos da miedo
• Algo está cambiando en Burgos, y no para bien. Camareros, vecinos y amigos de tres jóvenes muertos en las zonas de marcha nocturna se han unido para alertar del aumento de la violencia y las drogas en la ciudad, aprovechando su zona de paso entre Madrid y el País Vasco.
01/03/10
Loli Tovar no logra contener las lágrimas. Tampoco la rabia. La noche del pasado 14 de noviembre, su hijo Aitor, de 19 años, se cruzó con dos jóvenes rumanos en la zona de copas conocida como Las Bernardas. Trató de intermediar en una pelea y recibió un golpe que le tumbó en el suelo. Tras el incidente se marchó a casa. A la mañana siguiente, cuando Loli fue a despertarlo, lo encontró en estado de coma. Aitor murió por la tarde, en el hospital. Los responsables están en la cárcel, a la espera de juicio. Su caso es el último en el convulso panorama de la noche burgalesa.
Exactamente 12 meses antes, en noviembre de 2008, se producía la primera muerte de un joven en Las Llanas, el otro barrio de bares de la ciudad. Se llamaba Iván Herrero, era de Covaleda (Soria) y estudiaba automoción en Burgos. “Era un chico tranquilo, nunca se metía con nadie”, dice su madre, Charo Gutiérrez. La víspera de la festividad de Todos los Santos, Iván tenía una cena con los compañeros de clase. Al igual que Aitor, tuvo la desgracia de toparse con dos chavales con ganas de pelea.
También sufrió un golpe en la cabeza contra el suelo tras recibir un puñetazo. Y tampoco pudo escapar a la muerte. Entre ambos crímenes hubo tiempo para otro. Jonatan Gómez tenía 25 años y trabajaba de camarero en Las Llanas. En la madrugada del 10 de mayo, cuando ya había acabado su turno, se cruzó con un grupo de diez jóvenes, ninguno de más de 20 años. Le pidieron un cigarro y Jonatan les respondió que no. Fueron por detrás, lo tiraron al suelo y lo arrastraron a patadas durante varios metros. Cuando vieron que no reaccionaba, llamaron al 112 y se marcharon. El joven murió dentro de la ambulancia. La policía sólo pudo identificar a cuatro de los diez participantes en la agresión.
Actualmente están en la calle, pendientes de juicio. María Pacheco era la novia de Joni, con quien tuvo un niño que ahora tiene cinco años. Trabaja en un bar, no muy lejos de donde mataron a su novio. Hace pocos días, uno de los agresores se dejó ver por la zona. “Me haré a la idea de que lo mataron cuando ellos estén en la cárcel”, afirma esta chica. Inés Gómez, la madre del fallecido, no logra superarlo. Cree que en Burgos “matar sale gratis”. La brutal paliza a Joni marcó un antes y un después entre los hosteleros de la ciudad. Con un “Ya basta” como consigna, sus amigos –en su mayoría camareros– decidieron formar un movimiento cívico para tratar de evitar otra muerte. A pesar de sus reclamos, aún faltaba que en noviembre muriera Aitor del Álamo, y que otros jóvenes –con bastante más suerte que ese chico burgalés– fueran víctimas de golpes, insultos y amenazas.
Hasta la noche que acabaron con la vida de Jonatan, su amigo Raúl Mancha era un informático que los fines de semana sacaba un dinero extra en un bar de Las Bernardas. Tras quedarse sin lágrimas, la tristeza dio paso a la reivindicación de más seguridad para camareros y clientes. Arropado por los trabajadores de varios bares, Mancha se convirtió en el presidente de la Asociación Cívica Burgalesa (Acib). Su seña de distinción quedó impresa en unas camisetas negras con el lema “¡Hoy te pueden matar a ti!”. La primera manifestación convocada por este grupo se realizó a los pocos días del asesinato de Joni y logró reunir a 10.000 personas.
Cuando en noviembre pasado mataron a Aitor del Álamo, los miembros de Acib constataron que su diagnóstico sobre la noche de Burgos tenía más vigencia que nunca. Una fuente policial explica que la situación de la ciudad, entre Bilbao y Madrid y con menos policías para luchar contra la droga y la delincuencia, la está convirtiendo en lugar de riesgo.
Los miembros de Acib piden instalar cámaras de seguridad para las dos zonas de copas y mayor presencia policial. “A largo plazo, buscamos concienciar a los jóvenes de que algo está pasando en Burgos, y que se sale de fiesta a pasarlo bien, no a buscar ni encontrar movidas”, dice Laura Villanueva, amiga del asesinado. La subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, afirma a interviú que “los datos estadísticos no avalan la instalación de cámaras, pero en cualquier caso no le corresponde a la subdelegación tomar esa decisión”. “Peleas ha habido siempre”, subraya, e insiste en que Burgos, incluso los fines de semana, “es una ciudad segura”. La decisión de instalar cámaras de seguridad recaería en la Comisión Regional de Videovigilancia.
El alcalde de esta localidad, el popular Juan Carlos Aparicio, ha propuesto a la subdelegación solicitarlo de manera conjunta. Esta revista trató de obtener la opinión de la concejala de Seguridad Ciudadana, Gema Conde, quien a través de su gabinete de prensa declinó la oferta. Los integrantes de la plataforma ciudadana entregaron mil firmas a los responsables municipales y les exigieron que tomaran medidas. Los familiares de Aitor del Álamo se quejan de la pasividad de las autoridades. “A nosotros no nos ha llamado absolutamente nadie”, dice su madre. Tiene otros dos hijos y cada vez que salen por Burgos se queda con el corazón en la boca.
Uno de ellos, Nicolás, sigue sin comprender cómo es posible que Aitor ya no esté. “Su único problema –señala– fue meterse a separar una pelea. Por eso lo mataron”. En la localidad soriana de Covaleda, los padres de Iván Herrero ya conocen de memoria los antecedentes del joven que golpeó a su hijo. Se apoda el Pelayo, entonces tenía 17 años y, según consta en el expediente judicial, ha tenido una vida ajetreada: su madre era prostituta y estuvo dos años en la cárcel, mientras que su padre murió de sida. Siendo un niño cometió varios robos y lo pillaron vendiendo droga con su hermano.
En agosto pasado, la jueza de Menores que actuó en este caso condenó al Pelayo a cuatro años en régimen de internamiento, acusado de “homicidio por imprudencia grave”, mientras que el joven que lo acompañaba está en la calle, a la espera de juicio. La Junta de Castilla y León, que ejerce la tutela de este menor, tuvo que indemnizar a la familia con 205.000 euros. Enrique Herrero y Charo Gutiérrez, los padres de Iván, se quejan por la pena impuesta al responsable de su muerte. “Pedimos una sentencia justa, acorde al daño que ha causado”, afirma Enrique. Encima de la mesa hay una foto de Iván junto a una vela encendida.
Reportaje de Danilo Albín.
Reportaje de Danilo Albín.
15 comentarios:
¡¡Vaya panorama!! En verdad que es un titular bastante sensacionalista.
Que yo sepa Burgos siempre ha estado en el paso de Madrid a Bilbao y no por eso ha sido una 'ciudad sin ley'.
Creo que la razón por la que pasa esto es más por una falta de educación y que algunas 'personas' no saben divertirse de forma normal, ya que alcohol barato ha habido siempre (de drogas baratas ya no puedo opinar).
efectivamente antes se quedaba en cuatro tortazos, había como un código no escrito en el que una patada en la cabeza era cruzar una línea conceptual en cada uno que nunca see transgredía. Hoy eso no ocurre y cualquier mocoso, cualquier niñato, te convierte en ruina. Me gusta esta casa ¡felicidades!
Buaaaaa, Interviú se ha pegado una pasadaaaaaaa¡¡¡
Se han pasado bastante con ese titular, a mi no me da miedo la noche burgalesa, es mas la veo tan segura como la de cualquier otra ciudad de las mismas caracteristicas. Quiero pensar que esas tres muertes en un año se han debido a hechos circunstanciales y que esa estadisica no se va a repetir.
Desde luego alguien tiene que ponerse las pilas y colocar camaras, policia o lo que haga falta, pero me parece muy triste la imagen totalmente erronea que se le ha dado a la ciudad en ese reportaje.
En mis tiempos tambien hubo episodios parecidos, puede que con un intervalo de tiempo mayor.
A un amigo (musico muy conocido en el Burgos de entonces) en el Babia le dispararon de rebote unos delincuentes que discutian por un botin, mientras el tomaba cerveza en la barra tranquilamente.No fue una herida grave y salio adelante.
En los aledaños del castillo asesinaron a una prostituta unos años antes.
No por estos hechos la gente dejo de salir pensando que no era una ciudad segura.
Yo entiendo que familiares y amigos intenten presionar por todos los lados para que no vuelva a ocurrir, nadie quiere que ocurran estas cosas, pero cuando ocurren lo que hay que hacer es poner medios cuanto antes.
Los tiempos han cambiado y tambien las gentes que habitan las ciudades, por eso mismo hay que educar o reeducar y castigar a quien comente estos actos con toda la dureza, y si las leyes no permiten mas, habra que cambiarlas.
Es una pena, esto puede perjudicar la candidatura del 2016, pues esa revista sigue teniendo poder e influencia
El sensacionalismo siempre ha vendido.
Eso sí, debería encontrarse la solución para los pocos altercados que ha habido pero con funestas consecuencias y gran resonancia.
Se han pasado, un poco sensacionalista no?, Burgos es una ciudad segura, han ocurrido unos hechos horribles, que esperemos no se vuelvan a repetir, pero no se puede generalizar y tachar una ciudad como insegura por cuatro gamberros (por no emplear nombres peores).
Es absolutamente desproporcionado el contenido que le han dado al artículo en Interviú. Aún así creo que por que había más respeto, los 80 eran más seguros.
Cámaras ya.
La ciudad es insegura.
¿Pruebas? Los tipos que asesinaron a John están en la calle.
Tranquilos, seguro que desde la Junta de Castilla y León toman medidas. Siempre tienen a Burgos en primer lugar en su lista de prioridades.
ja ja jaaaaa, la Junta diceeeeee, hablando de inseguridad nombramos a ursurpadores de Burgos
Lo de la policía me toca la fibra sensible. ¿Más policía recaudatoria?
NO, GRACIAS
Quizás sea periodismo amarillo pero para los padres de estos chicos ha sido una apoyo que alguien se haga eco de su tragedia sin darles la espalda. Se han sentido respaldados de alguna forma. Para ellos sí ha sido peligroso y fatídico.
Titular desagradable pero con un contenido que nadie puede negar porque las pruebas están en el cementerio.
Tristeza, eso es lo que me produce. Y de acuerdo con Anónimo. Cuando se cruzan ciertas barreras todo es imparable.
Ahora que ha habido una mogude en el barrio húmedo de León con un muerto en una pelea, ¿hará Interviu otro artículo sobre "la noche de León también da miedito"? Vengaaaaaa
El problema es que la gente quiere más presencia policial, pero cuando hay más policia los mismos se quejan....en fín...
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