¡...No hace tanto!. Hasta la (FANTÁSTICA) llegada al mercado de las cámaras digitales y todas la posibilidades que brindan de autoedición y tratamiento personal e individual de las imágenes, la fotografía tradicional lo era de carretes fotográficos y de negativos que se revelaban en tiendas especializadas entre muchos reactivos químicos y la roja penumbra de un cuarto trasero. La apabullante llegada de la cámara digital ha traído también la perdida de muchas de aquellas tiendas de siempre que no han podido o no han sabido reconvertirse; en nuestra ciudad todos nos acordamos de: Foto Mayan, Foto Villafranca, Merlín Foto, Foto Poza, Foto Monje, Nice Foto etc. Algunas ya no existen, y otras han reducido el número de tiendas.
Hoy acostumbrados al correo electrónico y al envío de archivos fotográficos, que no dejan de ser comandos de un lenguaje informático las más de las veces desconocido, no deja de tener encanto las peticiones que hacíamos a amigos y familia después de una reunión colectiva para que nos dejasen "los clichés" (palabra utilizada sobre todo por los padres) y así poder hacer copias de las fotos que queríamos y más nos gustaban.
Por otra parte una de las cámaras más populares y vendidas en la década de los ochenta fue la WERLISA Club Color, una máquina muy económica que muchos jóvenes estrenaron en su primer viaje de estudios, o, para llevar en los primera salidas de vacaciones sólo con amigos. Pese a su pequeño tamaño, a no llevar flash incorporado, y a su austero aspecto, la Werlisa Club Color ofrecía unas prestaciones de calidad suficientes para plasmar los mejores momentos ochenteros de una generación. Quizá con ella se hizo esta foto de la promoción de fin de curso 1983 del colegio Apóstol San Pablo en una escaleras que, ¡ya!, ni tan siquiera existen...
9 comentarios:
No es por tocar las... pero las pequeñas tiendas de revelado me parecían Explotadores Asociados. ¡Pobres empleadas! Espacios ridículos, frío constante, dedos impregnados de tinturas... Le tenía especial manía a uno de estos señores por el garito de trabajo tan mal acondicionado.
Todo se disuelve Blog80... nuestra vida, de ella poco a poco, no quedará nada...
Podías dejar una foto tuya aquí :)
Los negativos los guardamos en el cajón, mientras que los positivos los colocamos en un álbum. Bonita filosofía para la vida.
Yo era de llevar los negativos a Merlín, al lado del puente Gasset. Este negocio de las tiendas de fotos sí que ha sido un ejemplo de renovarse o morir.
Al volver oir los clichés se me ha venido a la memoria, los clichés que usaban los profesores para hacer copias de los exámenes, y cómo los buscábamos en el contenedores del colegio para conseguir antes que nadie el examen, je,je.
qué tiempos aquellos: eso era, visto de hoy, la prehistoria de la teconología...
De pequeño sólo tuve una cámara de fotos cochambrosa y llevaba los negativos a revelar a Nice. Las fotos de carnet casi siempre me las hacía en Foto Mayan, una vez fui a Foto Lumen y me las tuvo que repetir tres veces porque salía con los ojos cerrados.
Aquí un ex-alumno del Colegio Apostol San Pablo. 6 añitos pasé en ese patio.
Ya se que el tema va de cámaras, pero tenía que decirlo.
Saludos
que buena la foto!!y que jovenes estan don javier y el director.Un saludo, Esther
Hola. Yo estoy en esa foto. La mejor época de mi vida. Un saludo de Jesús.
HOLA.
QUE TAL?
YO TAMBIEN ESTOY EN ESA FOTO.
ME GUSTARIA VER MÁS.
QUE TIEMPOS AQUELLOS, YA PODIAN VOLVER.
UN SALUDO DE UN EX-ALUMNO DEL SAN PABLO
jesu.redondo@yahoo.es
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