Fue al cruzar la cafetería Pierrot en Gamonal cuando pude verla nada más entrar a la derecha, junto a la barra.
Una máquina de pinball..., una vieja petaco saludaba mi entrada como en una sincronía ochentera perfecta.
Y me dio por recordar... ¡mejor dicho! me dio por echar una partida. Para empezar todo había cambiado pues no me pedía una moneda de cinco duros, sino un dorado euro. Pero fue comenzar el destello de luces y sonido que anunciaba el comienzo de la partida..., fue ver esa bola que accedía de golpe a la rampa de salida, para volver de inmediato a experimentar las mismas sensaciones que entonces.
...Y los rebotes que van de muelle en muelle
... Y las diferentes formas de sacar dependiendo de lo que quieras hacer o los "bonus" que quieras conseguir.
...Unos colocaban los dedos en la maquina a modo de palanca y sacaban con la mano contraria, les había incluso que golpeaban la misma sin desplazarla en lo que llamaban un saque "muerto".
...¡Cuidado! no la muevas tanto que vas a hacer falta.
...Y las golpeas en los laterales para conseguir que no se cuele por el lado contrario.
...Y la dejas que entre sin tocarla porque te permite sacar otra vez
...Y la bola golpea el cristal con un ruido seco característico.
...Has conseguido -EXTRA BALL-
...Has conseguido partida.
Las hubo míticas en la big bolera, también han mencionado alguna aquí que estaba en el bar del Orfeón..., recuedo una llamada -Castillo- que fue una auténtica revolución técnica.
...Y allí estaba ella en la cafetería Pierrot ...Como un formidable canto de luz, color y vertiginoso movimiento a nuestros 80 y sus iconos.
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