Son oficios que terminan y agotan su existencia; El de botero se fue con el cambio del modo de vida rural al urbano y con la transformación lógica de las costumbres. Inserta en plena Carretera de Valladolid, la 'Casa del Botero' se insertaba en un espacio entrañable para cualquier ochentero.
El premio que suponía la ruta andada de madrugada hacia el chocolate caliente del Fornos o el Abrigaño (éste más tarde), por los angostos pasadizos y escaleras que curiosamente existían en esas aceras a distinto nivel del de la carretera. Por detrás, en la calle Hospital Militar, la primera tienda de Discos Clash, también el primer sex-shop de Burgos. Hasta era entrañable junto a la iglesia de la Merced, el despacho de tickets de autobús por parte del servicio municipalizado antes dela existencia de los chips y las tarjetas prepago con recarga en cajero automático.
Ahora la 'Casa del Botero' ha desaparecido; una decisión municipal que a mi juicio es acertada, pues permite la visión de la iglesia de la Merced en su integridad y el paso hasta la calle Hospital Militar por un curioso e ignoto pasadizo. Atrás quedan decenas de chocolates calientes, madrugadas de pasadizos y fríos intensos y, sobre todo, el olor a cuero y el trabajo a la vista de todos de los boteros de la calle Valladolid; ¡Va por ellos!
4 comentarios:
la Primera foto no es de la ya derribada "casa del botero" de la calle de la Merced. Sino de Boteria Domingo (los tres ddd) de la calle San Cosme.
Eso si, ambas se encontraban muy cerca.
Por cierto la boteria Domingo sigue abierta y hacen unas botas de vino y pellejos de primera calidad.
Curioso callejón, sí.
Cuantas veces pasé por esa calle para ir al insti...
Durante mi servicio militar cargé con una bota de vino en la mochila, que al licenciarme pasé a los reclutas.
Como curiosidad, te diré que tienen una web http://laboteria.es pero sale más baratas comprarlas directamente en la tienda de San Cosme.
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