martes, 22 de febrero de 2011

SOLAR...

Hoy has ido con tu hijo a ver el Museo de la Evolución Humana. Ibas condicionado porque el complejo por fuera no te gusta, y por dentro te ha parecido que debiera de mejorar algo en los contenidos de las plantas superiores.

De cualquier forma has salido satisfecho y, cuando has girado la cabeza después de mirar por última vez las enormes cristaleras del complejo, te has encontrado con una visión que no era actual. Era algo así como esos déjà-vu que todo el mundo experimenta, y que se explican reiteradamente en suplementos de fin de semana...; como algo que habías vivido antes y que por un momento ha tornado tu mirada hacia otro tiempo...

...A aquella tarde en que los dos sacasteis entradas para ir a ver una película al Avenida.


Era verano y previamente habíais comprado un helado en hi-fi. Os costó cruzar la calle porque la falta de circunvalación hacía que todo el tráfico vacacional pasase por medio de la ciudad formando inmensas colas...



E hicisteis tiempo paseando por ahí... Más coches se agolpaban aparcados frente a un ruinoso teatro principal que siempre estaba envuelto en polémica y ruido en torno a su rehabilitación...


... Y volvisteis buscando la sombra de los abetos que circundan el solar de caballería. Decenas de modelos de los 80 se hartaban de calor guardados en aquel solar de asfalto y frías vallas...


Recordaste un año antes cuando se llenó de solemnidad, banderas y soldados...

...Y en ese momento desconocías qué sería más tarde de él. Qué suerte le depararía a aquella gigantesca porción de tierra en pleno centro de la ciudad sobre la que nadie (¡qué raro!) parecía ponerse de acuerdo.


Que secretos guardaría en su interior...



Vuelves a casa por el Espolón en esta soleada tarde de invierno y los árboles desnudos son los únicos testigos de tus recuerdos... quizá también del solar que con el paso del tiempo habita y ha echado raices en tu interior y que sólo tu conoces y guardas callado...; Y de repente te dan ganas de gritar pero no te atreves..., y te acuerdas de como era el museo por la mañana... ¡maldita sea...!; de como ha cambiado todo...

1 comentario:

zias dijo...

Los helados de Hifi...que buenos estaban, cremositos, y que guapa la chica que atendía allá por finales de los setenta, principio de los ochenta; no se puede hablar del solar de caballería y no hacer mencción a la pista de cohes que se ubicó allí durante varias temporadas y su musica que se oía desde la otra orilla del río, ay! diki diki diki mi lucero diki ven a verme que te quiero.....