domingo, 20 de abril de 2008

EL CHUPITO: ...EL DE LAS MEZCLAS MÁS INVEROSÍMILES.


Desde los 80, sin faltar un solo fin de semana, ahí ha estado "El Chupito" con sus puertas abiertas para el ocio nocturno burgalés. Situado en med¡o de La Flora, justo enfrente de la fuente, su nombre ya dice bastante de su vocación. Si algo caracteriza a "El Chupito" es su carta de mezclas alcohólicas, y no alcohólicas, de contenido casi impensable. Entre ellos, uno de los más típicos en los 80 era "el cerebrito"; una unión de licores que deja en suspensión en el pequeño vaso una masa grisácea que se asemeja a un cerebro. Otra curiosidad evidente entre los clientes era la excesiva seriedad (no antipatía) de sus dueños y gerentes que tras la barra servían, y sirven todavía, todas su especialidades. Sin definición musical alguna, ha sido, y es, uno de los típicos de la juventud burgalesa y por eso... viene hoy a Blogochenta con todos los honores.

7 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

qué plasta el del plasma... qué sitio el de La Flora.

Anónimo dijo...

El cerebrito era granadina y bailys, por eso el aspecto de sesos sanguinolientos. A pesar de la pinta era buenísimo!
Que bueno el video que nos has colgado hoy! Conocía el grupo, pero no les ponía cara, que sorpresa al ver que el cantante es un doble de Hitler! Muy divertido, gracias!

Anónimo dijo...

Gracias por tu precisión siempre acertada super Elvira.

Pedro: ésa Flora que veían los chicos del Purgatorio desde su retiro en el pasaje de LAín CAlvo

Anónimo dijo...

El stroh era nuestro favorito, que era el que más pegaba. Creo que tenía 80º. Qué tiempos en los que mi estómago me permitía esas cosas.

Anónimo dijo...

Uf! El strong era una bomba atómica, Balint!Como la absenta, que me tomé un par de veces queriendo emular a Tolouse- Lautrec... ¡¿Os acordais de los "machacaos"? Eran una mezcla de ginebra, vodka, lima y Seven Up que se golpeban sobre la barra. Otra especialidad del Chupito era el incendiario B52, con licor de café, baylis, marie brizard y Grand Marnier. Un encendedor, una pajita, un poco de arrojo y a volaar!

Anónimo dijo...

¡Ah, La alta coctelería! ¡Qué concepto más chic! En ese sitio la única angostura que se conocía era la sensación de estrechez y agobio. La nostalgia por los pedos guarros en sitios guarros es un fenómeno a estudiar en congresos.

(e_u_a haciendo de evaRISTO, para darle vidilla al asunto del teclear).

Anónimo dijo...

Ese stron de 80º. Todos lo bebimos alguna vez por el mero hecho de decir que ya lo habías bebido (alcohol puro).

Los cahis de combinado no duraban ni un asalto. 4 personas, 8 pajitas, si respirabas eras el que menos bebías, siempre había un gracioso que soplaba por la pajita en vez de aspirar y ponía al resto perdidos.

Memorables mezclas las del Chupito, Juventud Divino Tesoro.

A la sombra del Chupito surgió el nombre del bar Chopito, que ganó popularidad por la confusión de la juventud.