Inundó la ciudad de carpetas con su nombre. Era la academia de idiomas por excelencia, cuando aprender idiomas comenzaba a ser importante pero no estaba tan institucionalizado como ahora. No resistió al paso del tiempo, pero tuvo mucha presencia durante un tiempo de nuestros queridos 80-90.
Una formidable canción dice que el vídeo mató a la estrella de la radio. Pero es evidente que, luego, la televisión digital e internet mataron una forma de negocio que consistía en un carné de socio, un alquiler y estuches con cintas VHS que se abrían y cerraban por el módico precio de 200 pesetas los estrenos a devolver en 24 horas.
...Y ahí estaba ella. Tan peinada... tan puesta... Una forma de moda y de vestir que se ubicaba en la calle Antonio de Cabezón y que también sucumbió a los cambios de tendencias.
Dicen que fue una mala gestión o, casi más seguro, la nula predisposición de los herederos a seguir con el negocio del fundador, pero sea como fuere, los 90 se llevaron por delante una de las mejores empresas burgalesas. Su presencia lo mismo daba nombre a un campo de fútbol que a un enchufe.
Y aunque no extinto, al BBV con el tiempo y las fusiones le salió una 'A'. Lo que si que se extinguieron fueron las pesetas que en esta publicidad se mencionan con tanta profusión bancaria y, casi afortunadamente pues era uno de los coches más feos de los 80-90, también el Renault-19 Chamade que "le cayó" a este burgalés en la Plaza de España, pasó a mejor gloria de la historia de la automoción.
4 comentarios:
Vais a poner algo de la burgalesa que han pillao en Madrid que encabezaba la red de cocaina mas importante de Europa?
Al parecer debia ser famosa en las noches de La Finka.
Esa Robustiana!!!
Si,si...era mitica,ANA,robustiANA!
Yo era socio de Videocid, y ahora que estamos tan acostumbrados a las tarjetas con banda magnética, la tarjeta de socio era un cartoncillo con un número y nada más.
En el colegio que iba yo, las clases extraescolares de Inglés las daba INLINGUA, 4 ó 5 cursos, me dieron clases a mi, y me acuerdo todavía de los libros con la pasta de color negro con el logotipo de INLINGUA. El director era un hombre de bigote, creo que era francés, Jean Jacques o algo así, si no recuerdo mal.
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