El Shalam ubicado en el ecuador de la calle Las Calzadas era un cafe-tetería con inspiraciones y decoración arabescas, como su propio nombre indica. Por él circulaban con asiduidad poetas, pintores, clientes habituales, pero había un constante aire bohemio que le caracterizaba día a día. Desde las interpretación de canciones por su dueño (cual juglal urbano), hasta las lecturas literarías en público; Todo era peculiar y especial en el Shalam.
El local cerró sus puertas en el año 93 y una cafetería llamada Hobbiton tomó su relevo. Pero cuentan los vecinos que algunas noches, las más luminosas, enanos y ninfas del país del Hobbit salen a la acera y entonan canciones y recitan versos, muchos creen que están honrando a todos los bohemios que por allí pasaron.
¡Duendes de los 80 que no paráissssssss...!
4 comentarios:
¡Me quedo con las ninfas, por supuesto!
Se te echó de menos en la olla...
Sólo he entrado una vez en ese bar y fue hace menos de un año y estaba todo decorado con camisetas y otras cosas de rugby. Original.
qué cosas
había un sitio de éstos y murió para la causa...
indudablemente me quedo con los ogros...aunque no sean de esta historia
qué cosas
había un sitio de éstos y murió para la causa...
indudablemente me quedo con los ogros...aunque no sean de esta historia
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