Aquella chica, casi una niña para su padre todavía, había salido de casa vestida con su uniforme, agarrando fuerte contra su incipientes pechos una carpeta donde se cruzaban sin orden logos de Super Pop con fotos de los ochenteros más famosos del fenómeno fans. Cruzó la vía no sin antes mirar a derecha y a izquierda, aunque no hubiera señales sonoras ni luminosas.
Se encaminó hacia el colegio María Mediadora con ganas de que pasara aquella tarde, en la que en clase iba a estar totalmente ausente en sus pensamientos. Al salir pasó por delante de "las Casillas" y del bar La Laguna Negra donde, su padre, levantaba unas cartas en una mano y una copa de brandy Esplendido en la otra. Se dirigió hacia el parque, mientras a su espalda bramaba el Madrid-Hendaya de las 18:30.
Aquella mujer cruzó el bulevar por primera vez. Le gustaba el nuevo espacio y recordaba con fruición los momentos que en su infancia pasó por allí entre vías y colegios. Había dejado a los niños en la guardería y se encaminó hacia la calle San Pedro Cardeña. Recordó por un instante a aquella niña de uniforme y carpeta, que tantas veces pasó por aquellos lugares.
Buscó con la mirada "las Casillas" y ya no estaban..., tampoco su padre miraba con un ojo sus cartas y con otro las de los compañeros de juego. Siguió caminando hasta llegar a un semáforo. De repente se dio cuenta de que tenía frío y algo corría por su mejilla. Sacó un pañuelo de papel y se secó una lágrima. Siguió caminando absorta en sus pensamientos.
1 comentario:
Con vías o sin vías, El Crucero es el mejor barrio que hay.
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