Quizá muchos ya lo hayáis leído pero, por si alguno no lo hubiera hecho, traemos hoy aquí el relato publicado por Pablo Motos (presentador entre otros del Hormiguero) en "El Dominical"sobre un ochentero que vuelve a salir de noche. No hemos podido para de reir, y además, en parte nos hemos identificado a veces con lo que cuenta. ¡Que disfruteis!.
¿Por qué es mejor no salir de marcha con treinta y tantos...?
La otra noche quede con mis colegas de toda la vida para nuestra cena anual. Estas reuniones se han ido convirtiendo en la prueba de que ya no somos lo que éramos. Unos están calvos , otros tienen tripa y otros el combi: tripa y calva. la primera señal de que ya no eres el que eras es cuando, después de la cena, te vas de copas. Estás en una edad entre el botellón y los salones de baile "Todos te miran". Es como ir a una manifestación del Opus con un condón en la cabeza. Antes cuando salías la cosa estaba clara. Ibas a ligar. se ligaba o no se ligaba. Y te ibas a casa con un pedo y una tía o con un pedo y una erección. Ahora te vas a casa con un pedo y punto.
Te sientes perdido. ¿Y qué haces? Beber. ¡Cómo no vas a beber si no puedes cantar las canciones porque no te sabes ni una! El único momento en el que te sientes integrado es cuando ponen la de Shakira y Alejandro Sanz, que ésa no se la sabe nadie porque no se entiende la letra. Vamos, no se la sabe ni Shakira. Por eso mueve tanto las tetas, para disimular. La tía se mueve tan deprisa que es imposible saber dónde está el pezón. Y te pides otra copa. No porque tengas ganas, sino porque no sabes que hacer. Si se presentara Alicia Senovilla en ese momento con su máquina de la verdad diría: "Pablo ha dicho que realmente le apetece el güisqui que acaba de pedir...y la máquina dice que...¡miente!. Tampoco sabéis bailar. Por eso os ponéis en corro en medio de la pista. Y vais saliendo, cada uno a hacer su especialidad como si hubieran respuesto El Semaforo. Yo hago el robot igual de bien que que Danny Amatulo, el de "Fama", pero por alguna extraña razón esto a las tías ya no les impresiona.
Cuando se hace de día alguien pregunta: ¿Dónde vamos?. Qué piensas: "Pues a casa, ¿adónde vamos a ir?". Pero no lo dices porque tienes miedo de ser el pringao. Así que os subís al coche y os ponéis a dar vueltas buscando una churrería y, claro, en un coche lleno de tíos borrachos siempre se acaba haciendo calvos. Antes estaba bien lo de hacer calvos pero ¿ahora? ¡Si algunos ya tienen canas en los huevos, que parece que llevan dos hámsters colgando! Lo peor de salir de marcha cuando te acercas a los 40 no es la noche en sí, es el día después. Cuando te levantas, te miras en el espejo y el aspecto de tu pelo muestra exactamente cómo te sientes por dentro.Que piensas: "Si yo me levanto con estos pelos, ¿cómo se levantará la pitonisa Lola con resaca?. Hay que ver las cosas que salen de tu cuerpo ese día Yo una vez, después de una noche de borrachera, me soné y me salió una patata frita por la nariz.
No soportas la luz y te pasas el día con la casa en penumbra, como si fueras un niño de " Los Otros". Sólo que tu chica no es Nicole Kidman, y no se preocupa de ir cerrando las puertas tras ella para que no te mueras. Ella quiere que mueras. La hija de su madre parece que ha decidido probar si funcionan todos los electrodomésticos pequeños que tenéis en casa: la minipimer, el secador, la epilady, el aspirador, el exprimidor...Y gracias a Dios que no tenéis árboles porque seguro que le daba por talarlos con la sierra eléctrica. Y cada vez que te llman piensas que sintonía d etu móvil es insoportable, y que en cuanto tengas fuerzas vas a quitar la de ¡qué pasaaaaa Nengggg! y vas a poner una de chill out.
Cuando tenía 20 años, te levantabas, te comías los callos que había hecho tu madre, bajabas a la piscina con gafas, oliendo a calimocho, y te hacías 20 largos. y eso que antes tú bebías de garrafón. Ahora te pones muy digno y dices: "Un cubalibre de Havana 10". Que las camareras no te entienden, porque los únicos que siguen pidiendo cubalibres en españa sois tú y Arturo Fernández. La única diferencia es que Arturo fernández no tiene combi y seguro que tampoco va por ahí haciendo calvos: ¡chatiiiinaaa, mira lo que traigo debajo del esmoquín!.
Desde Blogochenta y, aunque a veces nos hayamos sentido como Pablo Motos, sólo una recomendación: ¡HAY QUE SEGUIR SALIENDOOOOOOO!
6 comentarios:
ja, ja...Cuánta razón!
Mu gracioso
Pero ¿de verdad ligáis con esos métodos? Un saludo
No lo había leído, gracias por republicarlo porque es muy divertido. Qué grande es Pablo Motos.
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Si es que ya no estamos en edad. Hay que seguir saliendo, pero teniendo a mano los teléfonos de los servicios sanitarios...
Pedro hayq ue salir d etodas formas. Yo que juego con ventaja, si te veo mal te llevo a la antigu acasa de socorro. je je
rectifico: Pedro hay que salir de todas formas. Yo que juego con ventaja, si te veo mal te llevo a la antigua casa de socorro. je je
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