Desde luego que no era un local de clara significación ochentera, pero, aprovechando la letra de la canción (original) "The green door" de Jim Lowe with The High Fives, ó, en su versión en Castellano; ¿qué habrá tras esa puerta verde?, viene hoy a Blogochentaburgos un Pub de los más grandes en cuanto a local y que por su ubicación en la Avenida Reyes Católicos más presencia , por lo menos física y visual, tenía entre todos los que por alli pasaban entraran en él o no.
El Robinson tenía un aspecto excesivamente compacto e impenetrable. Sin una sola ventana en su larga fachada , hacía que su interior fuera misterioso e ignoto para los que veían e imaginaban desde el exterior lo que habría tras su puerta.
Sin embargo el Pub no tenía nada de especial salvo su pretendida decoración de lujoso salón inglés, y su vocación de local de tarde para una cierta élite empresarial y profesional. Siendo una idea trasladada a la imagen de la de sus hermanos de Logroño, donde se cuentan varios Pub Robinson, en Burgos sin embargo nunca terminó de tener un éxito rotundo pese a su tamaño y buena localización.
Hace unos años El Robinson cerró sus puertas y un moderno y muy de moda local tomó su relevo pero, como cantaron en su versión española los inolvidables ochenteros -Los Nikis-; siempre nos preguntaremos con rotundidad una y otra vez al pasar por el espacio que antaño ocupara... ¿qué habría tras esa puerta verde?
3 comentarios:
Sí que daba una sensación de miedo el entrar a ese sitio. Me parecía el típico sitio en el que el yuppi de turno aparcaba el BMW en doble fila, entraba a tomarse un cubata rápido y se iba.
Conocido como 'el de las caimanas', un día estaba echando unos vasos con un colega cuyos viejos se acababan de separar, le pregunté:
-¿Vamos al Robinson a ver a las caimanas?
Y me contestó:
-No jodas, que igual me encuentro con mi viejo.
Esta canción la recuerdo de finales de los 50, ya que un chaval de la OJE de aquel tiempo en la calle "defensores de Oviedo" la cantaba continuamente.
"(The) Green Door" is a 1956 popular song with music composed by Bob Davie and lyrics written by Marvin Moore. The lyrics describe a nondescript establishment, with a green door, behind which "a happy crowd" play piano, smoke and "laugh a lot," and inside which the singer is not allowed
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