sábado, 17 de enero de 2009

EL QUE FALTABA: HISTORIAS DE MESONES AL SOCAIRE DE LA CATEDRAL. POR ALFONSO DE LA FUENTE


Subiendo por una escalinata desde la Catedral de Burgos nos encontramos uno de los rincones más animados de aquéllos maravillosos y recordados años. Sobre la loma se encontraba, y hoy aún se encuentra, el "Mesón El Que Faltaba" con su letrero de aire gótico forjado en hierro negro. Lo acompañaban en su escondrijo otros establecimientos, tales como los Laureles, famoso por sus bocadillos, el Buen Yantar con su emparrado de viñas, o el Quinto pino, con su punk-rock norteño. En esa época, "El Que Faltaba" era punto de reunión de jóvenes de toda clase, atraídos por una tarde de conversación junto a los amigos, unos cachis de calimocho, y los imprescindibles cacahuetes de saco.

Esta zona fue tristemente famosa en sus postrimerías por las quejas de los vecinos sobre el ruido nocturno y los orines incontrolados, que fueron motivo de manifestaciones varias que condujeron a la eventual extinción del alboroto, pero no siempre fue así la cosa. En otros tiempos fue un lugar de peregrinación al que se llegaba a media tarde para refugiarse del intenso frío burgalés, al calor externo de una estufa de gas e interno de diversas bebidas espirituosas. A las pocas horas, el lugar y sus alrededores bullía de chicas y chicos jóvenes entregados a la alegría y, en ocasiones, a la canción popular con mejor y peor entonación. Los faroles se iban encendiendo con parsimonia hasta que a la hora bruja, cada mochuelo volvía a su olivo o seguía la noche, esparciéndose y a menudo desparramándose, por las calles inferiores de las Llanas.

Durante muchos años, la contigua Catedral estuvo en obras de restauración, y mas de uno y de dos trataron embriagados de trepar a los andamios de las agujas, con esperpéntico resultado. Otras veces se podía presenciar el ancestral rito de las peleas chulescas de jovencitos que se pavoneaban amenazando con llegar a las manos, si bien solían acabar tan amigos. Las menos veces, dos chicas se tiraban del pelo en la escalera, lloraban y se reconciliaban luego para acabar siendo amigas "para toda la vida". Algunas parejas se escabullían por el callejón trasero a fin de entregarse a los primeros e inocentes besos. El resto jaleaba su regreso con algazara sobre la sólida y garabateada mesa que da nombre al local, testigo de innumerables llaveros que, puntiagudos, engastaban los apodos de sus depositarios. Siempre con alegría y jarana se recibía a media tarde al último de la pandilla en llegar, voceando: "¡el que faltaba!"

A petición de Blogochentaburgos: Alfonso de la Fuente Ruiz
Alfonso y compañia

12 comentarios:

Francisco O. Campillo dijo...

¡Qué recuerdos!
Ningún tiempo pasado fue mejor, pero aquel... aquel no estuvo mal.

asw dijo...

Reseña en el Blog de Alfonso y Compañía

Anónimo dijo...

Bua¨¨¨Quue buenos momentos pase ahi con mi cuadrilla

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El que faltaba tenía un ambiente muy propio y personal, sí señor.

Anónimo dijo...

Yo era más de la competencia, del Ben Yantar, pero es cierto que esa zona tenía un encanto genial, era casi como volver al s. XVIII. Sin duda, Fernán González es una de las calles más bonitas de Burgos.

Anónimo dijo...

El k fal, hay voy yo con mis 19 años todos los sabados, el primer al k vamos en toda la noxe...................un gran lugar

Anónimo dijo...

Las 2 mujeres pioneras de la Policía Local de Burgos, y las únicas en 18 años, repasan con varios compañeros su ingreso en 1983 y la evolución del cuerpo en estos 25 años • Mañana reciben la Medalla a la Constancia

Ambas han sido madres. De hecho, Conchi casi da a luz en el cuartel. No había uniforme premamá, así que cuando ya no cabían en el suyo, venían de paisano.

Anónimo dijo...

Tenía una máquina de discos para escuchar música que tras echar 25 pts. (ahora 15 céntimos), salian canciones románticas y ahora bien pensado, todo tipo de orteradas.

En Bici por Burgos dijo...

Gran bar sin duda.
Grandes tanques de birra o kalimotxo nos echábamos allí.

Anónimo dijo...

Eran los comienzos de la juerga antes de invadir Fernán González

Anónimo dijo...

Si las que faltaban quieren mandar sus recuerdos escritos. blogochentaburgos@yahoo.es

jpabloburgos dijo...

Un mesón como Dios Manda, sí señor.

Bocadillos de chorizo asado...joder!!!