martes, 9 de diciembre de 2008

LA QUINTA: ENTRE BARRACAS, PELUSOS, E IMPRESIONANTES VARIEDADES CROMÁTICAS.


Oficialmente se identifica "La Quinta" como el terreno que va desde el puente Gasset, hasta las estribaciones de La Cartuja en que ya daría comienzo Fuentes Blancas. Sin embargo popularmente, y sobre todo en los 80 en que se asociaba con el recinto de ubicación de las barracas, "La Quinta" era la magnífica chopera que iba desde el citado puente Gasset hasta el puente de la Autovía de Ronda, y que podemos ver en la segunda imagen superior partiendo desde la estatua de Santo Domingo de Guzmán.

En los años 90, no exento de polémica, y justificado oficialmente por la enfermedad de los árboles; se decide su tala y posterior remodelación con la renovación de los típicos chopos por un bosque de factura mediterránea.
Pese a que la estética actual, y tras muchas bajas en los nuevos plantones, va tomando formas y logrando un aspecto de masa arbórea autóctona; En el imaginario colectivo está, y siempre estará, la tranquilidad de aquel paseo ochentero por el que anduvieron todos los burgaleses, que se tornaba en bullicioso con la presencia de las inolvidables barracas, que generó nubes de polvo por la presencia de las mismas, y nubes de pelusos como corresponde a las fechas estivales en que se celebran nuestras fiestas.

Los omnipresentes pelusos quizá pudieran nublarnos la mirada, pero, no podrán alejar de nuestro recuerdo la estela de aquellos portentosos chopos que acompañaron nuestra juventud y tantas noches de fiestas, barracas, y tómbolas. Al fin y al cabo, la memoria es el único paraíso del que no pueden expulsarnos... ¡A seguir disfrutándo en él!

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquellas barracas en La Quinta con las muñecas chochonas y los perritos pilotos tenían algo especial.

Anónimo dijo...

Y la noria desde la que se divisiva media ciudad!Y el Circo que se ponía en el solar de las Carmelitas! Recuerdos que saben a algodón de azúcar y pirulís...sniff...

Anónimo dijo...

Qué triste fue aquel verano en el que nos dijeron ue ya no ponían las barracas en la Quinta. Supongo que a muchos se nos quedó untrozo de nuestra infancia en la Quinta. Seguro que nuestros infantiles espíritus andan por allí.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Uno de mis lugares favoritos de Burgos.

En Bici por Burgos dijo...

Me he criado en la quinta como quien dice, parque de referencia, aquellos grandes árboles, los castillos donde los yonkis se pinchaban y los jóvenes bebían los fines de semana, guerras de globos de agua y las ya comentadas barracas.

Que recuerdos.
Saludos

Anónimo dijo...

3000 pts por ayudar a los barraqueros a montar en la quinta su puesto donde no tardamos más de tres horas y en los años 70. Cinco años despues 9000 pts por trabajar todo un mes de camarero. Todo cambia, la generosidad, el valor de la ayuda..., cuanto menos tienes, más valoras lo que te dan.

Anónimo dijo...

Se me habia olvidado: ...de camarero para Ruiz Mateos (Rumasa).

Fuentecillas dijo...

¡¡ Que recuerdos ¡¡ Una entrada preciosa, la pena es que yo lo hecho en falta e incluso me gustaría que todo seguiría igual.
Saludos Fuen

Teresa dijo...

por lo menos no talaron los chopos para que sus pelusas no molestaran a los barraqueros...

¡qué recuerdos!