El eminente jurista burgalés Francisco de Vitoria desde su atalaya en el paseo de Atapuerca, sobrado y solvente ya en el ejercicio de teorizar sobre moral y Derecho, sobre derechos de los indígenas del nuevo mundo, y sobre lo divino y lo humano; se ha puesto, como hicimos cuando más de moda estaba una generación de ochenteros, a intentar resolver el cubo de Rubick.
El cubo de Rubick nace nada más y nada menos que en el año 1980. Eso sí, nace comercialmente, porque su invención por el arquitecto húngaro Rubick es de 1974.
En nuestra época el cubo de Rubick constituyó una revolución como rompecabezas, lo que hizo que durante un par de años destrozara las cifras de ventas. Era una constante verlo en el colegio (muchas veces requisado por el profesor), en el autobús, en el parque y, por supuestooooo, un héroe era el primer amigo que aparecía con él resuelto. A veces nadie en el entorno conseguía resolverlo, y corría el rumor de que alguien en el colegio tenía ya todas las caras del mismo color. Por pertenecer y nacer en nuestros maravillosos años, por ser un prodigio de ingenio y diseño, y por la satisfacción que nos dabas al resolver por lo menos una cara... vienes hoy CUBO con todos los honores a Blogochenta.
6 comentarios:
Lo que era un rompecabezas en los años 80 era llegar a fin de mes teniendo una hipoteca al 14 por ciento de interés.
A mí se me ocurrió una variante: las 6 caras del mismo color. El reto estaba en deshacerlo...
Yo fui muy nulo con el cubo de Rubik, menos mal que se podían quitar las piezas y organizarlas...
Hasta hoy, mi método para completarlo ha sido despegar las pegatinas y colocarlas por colores. Lo de aplicar la lógica nunca fue mi fuerte...
jamás, pero jamás, jamás, conseguí hacerlo: se lo he comprado a mi hija, es más hábil y más lista que yo...
Me desesperan este tipo de juegos, no tengo paciencia. Pero disfruto viendo como las resuelven otros (como buena española,jeje)
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