viernes, 9 de abril de 2010

TE HE TRAIDO UN "FORMIDABLE" SOUVENIR...



Esta semana han comenzado a equipar el interior del museo de la Evolución Humana. Una labor muy importante dado que al no haber conseguido un edificio que llame la atención en su continente (oportunidad perdida) es de esperar que se eche el resto en el contenido. Dado además que el tema sobre el que gira nuestro museo es muy científico y de determinada erudición, parece oportuno que la interactividad y la espectacularidad visual del interior sean su seña de identidad.

Es posible, según las estimaciones, que los primeros años de apertura sean los mejores en cuanto a turismo se refiere. Nuestros visitantes tendrán la oportunidad, ya desde su casa esté donde esté, de programar el viaje en Internet, de ver la ciudad desde google street map, de realizar reservas on-line, y ya con nosotros, de hacerse miles de fotografías con sus cámaras digitales.

Pero no siempre fue así... hubo un tiempo en que las postales, los posters y los recuerdos visuales se adquirían en la ciudad visitada bien por no tener cámara de carrete, bien por no esperar al lejano revelado. Eran habituales como en la primera imagen; una carpeta de 14 imágenes plegadas como un acordeón que hacían un recorrido por los rincones más significativos de cada localidad. En el caso de la nuestra podéis observar los coches aparcados junto al arco de Santamaría, el cine Avenida en plenitud ochentera...

Y quién no se acuerda de aquella feísima televisión de plástico en la que al poner el ojo en el visor y dar con el dedo a un botón, pasaban delante de ti un carrusel de fotos iluminadas del monasterio de Piedra... ¡Todo el mundo iba al monasterio de Piedra! ¿Qué ha sido de él? ¿Ha caído en el olvido más absoluto entre los operadores de excursión de fin de semana?.

En fin... ,doy al botón de mi souvenir ochentero y os veo a todos viajando..., disfrutando de un genial fin de semana... ¡Qué así sea!




3 comentarios:

David dijo...

De pequeño, cuando iba de excursión con el colegio, solía llevar de recuerdo el típico cenicero o algún mini-botijo. Curioso porque en mi casa no fuma nadie (dentro de casa).
Compraba algunas postales ya que no solía hacer fotos a los monumentos solos, mi madre decía que era más barato comprar una postal de un monumento que hacerle una foto.

Ayla dijo...

Jo, como eres blogochenta, a mi me encantaba mi televisión de plástico que tenía imágenes de Segovia, seguro que aún la tengo en el trastero.
En cuanto a las bandejitas, ceniceros y figuritas que se traian, eso era un espanto, menos mal que por entonces se viajaba poco que si no...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡Cómo me gustaba coleccionar esos objetos de niño!